Hola querido/a suscriptor/a,
Como decía en el título, hace unas semanas te hablé del gran recurso que es el arroz basmati como acompañante, y cómo cocinarlo para que quede perfecto y además puedas estar ocupado en otras tareas de la cocina.
Este arroz es perfecto para acompañar múltiples platos, de pescado sobretodo, pero si hay un plato estrella en el que se hace casi imprescindible es en el curry. El arroz ayuda a absorber la salsa y gracias a él la podemos comer sin que sea una sopa. También nos rebaja un poco la potencia de sabor y de picante.
Antes que nada, deja que te comente que es realmente un curry. La palabra tiene distintos significados.
Normalmente nos referimos al plato. Un curry, en realidad, no es más que un guiso. Lo que hace que lo percibamos distinto de nuestros guisos son las mezclas de especies e ingredientes exóticos.
Así pues, currys se cocinan en todo el mundo. Con distintos ingredientes, pero todos podrían englobarse en la gran família de los currys.
Se pueden encontrar platos de curry en el Caribe, en África, en oriente medio y el Golfo Pérsico, en la India, Thailandia, China, Japón, Indonesia, Vietnam, etc. Aún así, cuando hablamos de curry nos viene a la cabeza la cocina India.
Los otros significados, evidentemente, están relacionados.
Se trata de una mezcla de especies popularizada por los británicos una vez probaron los magníficos currys indios al colonizar la India. Ellos quisieron añadir este plato a su cocina y la forma más práctica fue importando mezclas de especies secas al estilo del Garam Masala (Masala significa mezcla en hindi).
El otro significado se refiere al árbol del curry cuyas hojas también se usan para aromatizar los currys en la cocina India.
Dicho esto, hoy te quería compartir una receta superfácil para que te introduzcas en el fantástico mundo de sabores y aromas que ofrecen los currys.
Se trata de un curry verde de pollo tailandés. Lo he escogido para hoy por distintas razones:
Es muy fácil y rápido de hacer
Es muy fresco y aromático
Justamente tenía los ingredientes más especiales (aunque te daré distintas opciones y aún puede ser más rápido)
No es un curry muy picante (si no quieres que pique, claro)
Es un curry con leche de coco y por eso casi gusta a todo el mundo (siempre hay excepciones)
Antes de empezar con la receta, si me permites, te daré un consejo:
Cuidado con el picante. Si te pasas, lo puedes rebajar con ácido.
Si te pica mucho, puedes beber leche o algún zumo y se te pasará.
La cocina del sudeste asiático tiene unos ingredientes especiales que utilizaremos para la pasta del curry: la citronela, la galanga, las hojas de lima de kaffir y hojas de albahaca thai (no he encontrado y las sustituyo por albahaca de hoja ancha como la utilizada en el pesto).
Fíjate que todos son ingredientes muy aromáticos. La galanga es una raíz autóctona de Tailandia que pertenece a la familia del jengibre. De la citronela no hace falta que te hable, no? Si conoces a los mosquitos seguramente también conocerás el aroma de la citronela…
En caso de que no tengas ganas, tiempo o ingredientes para hacer la pasta puedes comprarla hecha. Se trata de la pasta verde, que es la menos picante. Puedes encontrarla esta en amazon o esta otra (cuidado que hay algunas más baratas que son una mierda…) o en un super oriental. Cunden mucho, la verdad…
Enlaces a los otros productos en Amazon (quizás puedes encontrarlos en algún supermercado asiático si vives en una gran ciudad: bcn, madrid, etc):
Galanga (solo está triturada, pero para la receta sirve igual)
Hojas de lima de Kaffir (se pueden encontrar en Amazon pero la entrega cuesta 30€. No quedará un sabor tan auténtico, pero en ese caso mejor no pongas)


Para la pasta del curry
una cs de galanga picada
2 cs de citronela picada
1/2 cs de jengibre picado
6 granos de ajo
1 cebolla pequeña roja
chiles verdes al gusto (o polvo de chile y pimiento verde para compensar la textura)
1cc comino molido
1/2 cc curcuma
1cc semillas de cilantro
10 granos de pimienta blanca
un puñado de hojas de lima de kaffir picadas
un puñado de hojas de albahaca (preferiblemente albahaca thai, si encuentras…)
un chorrito de agua
sal
Trituramos bien todos los ingredientes y reservamos la pasta.
La pasta puede guardarse en el frigorífico unas 8 semanas (o más) si la tenemos a 4º y le ponemos un trozo de papel de film encima para evitar que le toque el aire y se oxide.
Para el curry (4 personas)
4 pechugas de pollo troceadas o muslos si se prefiere troceadas y sin hueso
4 cs de pasta de curry verde (elaboración anterior)
4 manzanas cortadas a dados o 1 berenjena mediana cortada a dados
2 hojas de lima de kaffir
5 o 6 hojas de albahaca (preferiblemente thai)
400 ml leche de coco
300 ml caldo de pollo
1 chorrito de AOVE




Primero marcamos los trozos de pollo con el aceite hasta que quede dorado y reservamos. Es normal que se pegue un poco.
Luego ponemos la pasta de curry y la cocinamos hasta que desprenda la fragancia.
Lo que se haya pegado antes se despegará y se incorporará a la pasta.
Seguidamente volvemos a poner el pollo, la berenjena o manzana, el caldo y la leche de coco. Mezclamos bien y llevamos a ebullición.
Una vez hierva, bajamos el fuego y dejamos que se vaya cocinando a fuego lento unos 15 minutos hasta que la berenjena o manzana esté cocinada.
Añadimos las hojas reservando algunas de pequeñas de albahaca, rectificamos de sal, y dejamos que la salsa espese un poco más subiendo un poco el fuego.
Aquí la cosa es un poco al gusto del consumidor. Si espesa más la salsa, la berenjena se deshará un poco. Unos 5 minutos son suficientes para las hojas le den sabor al guiso, pero si se quiere más densa se puede dejar un poco más.
Ya solo quedará servir con un poco de arroz basmati o thai.
Este es el primer curry que hacemos, pero ¡seguro que no será el último!
Hoy quería terminar con un par de preguntas, por si te animas a contestarlas…
¿Que partes de la receta crees que utilizamos en nuestros guisos tradicionales?
¿Crees que podrías aplicar la misma idea de hacer un pasta con algunos ingredientes para hacer algún guiso de nuestra cocina tradicional? ¿Se te ocurre algún plato donde probarlo?
És com el rostit català